Dejemos por un momento la escritura de lado. Hablemos sobre el proceso creativo, más en concreto, sobre la ficción. Como homo narrans que somos hoy toca reflexionar sobre nuestro propio "gustillo" por inventar y contar historias.
Y es que la ficción se relaciona directamente con la creación: inventamos, creamos y nos regodeamos en ello, ¿quién no ha disfrutado acaso cantando aquello de "por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas"?
Nos encanta contar historias de aquello que podría haber ocurrido o darle nuestro toque personal a aquello que ha pasado. Enseñar esta cita es, a la vez de informar al lector, un pequeño homenaje a todas aquellas "mentirijillas" infantiles que nos hacían reír, y que, aunque no lo admitamos, hoy en día lo siguen consiguiendo.
"La ficción es una mentira que encubre una profunda verdad; ella es la vida que no fue, la que los hombres y mujeres de una época dada quisieron tener y no tuvieron y por eso debieron inventarla. Ella no es el retrato de la Historia, más bien su contracarátula o reverso, aquello que no sucedió y, precisamente por ello, debió ser creado por la imaginación y las palabras para aplacar las ambiciones que la vida verdadera era incapaz de satisfacer, para llenar los vacíos que mujeres y hombres descubrían a su alrededor y trataban de poblar con los fantasmas que ellos mismos fabricaban" (Mario Vargas Llosa, 1997).
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| Mario Vargas Llosa |

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