jueves, 1 de mayo de 2014

Fin del taller de escritura (La Vorágine)

    Como bien indica el título, hoy toca hablar del taller de escritura que he estado realizando este tiempo en La Vorágine. En estas 9 sesiones, coordinadas por la escritora vallisoletana Pilar Salamanca, he aprendido a dejar de lado ciertos prejuicios a la hora de escribir. Y es que, al final, escribir es comunicar, y por muy correcto o bonito que lo hagamos, no debemos olvidar que, al fin y al cabo, se trata de esto.

Algunas de las cosas que he aprendido han sido las siguientes:

  • Para escribir debemos saber que todos los seres humanos tenemos talento para hacerlo, aunque hay que desarrollarlo. Para ello, debemos considerar la autoestima como un factor imprescindible.
  • La inspiración no existe. Más bien se trata de encontrar momentos de soledad y dejar la mente "a la deriva" para que el cuerpo se relaje y las ideas fluyan. 
  • En cuanto a los microrrelatos:
    • Son narraciones completas capaces de crear en los lectores un sentimiento de sorpresa, o incluso satisfacción, con el final.
    • Algunas de sus características son: la brevedad, la utilización de un lenguaje poético, la intensidad y la sorpresa.
  • Todo lo que escribimos forma parte de nuestro bagaje cultural, nuestros recuerdos y experiencias, almacenados en el subconsciente.
  • No podemos olvidar la revisión. Una vez que dejemos libres nuestros pensamientos y los plasmemos en el papel, hay que cerciorarse de que el texto sea coherente y esté cohesionado. También debemos encontrar las palabras exactas para expresar algo, no "andarse por las ramas".
  • Hay que dotar a las historias de sentido, es decir, éstas han de resultar verosímiles. Escritor y lector han de creérselas.
  • Básico: a la escritura por la lectura. La escritura no se puede entender sin ésta.
   Además de todo esto que nos contaba Pilar, realizábamos ejercicios de 5 minutos en los que debíamos escribir historias a partir de una consigna. No valía revisar ni corregir nada, debíamos escribir seguido, sin apenas pensar en ello. También realizamos poesías con varias técnicas, de forma individual y colectiva. Esto, tal y como anunciaba La Vorágine, nos ayudó a "liberarnos de las telarañas del lenguaje automático". (Fuente: Fundación Santander Creativa)

   Por lo demás queda añadir que ha sido una buena experiencia, en la que además de aprender sobre la escritura, he encontrado personas muy agradables que han hecho el camino aún más satisfactorio. 


    En cuanto a La Vorágine, recientemente ha celebrado su primer año. Aquí os dejo unas fotos de su interior y un vídeo que ilustra muy bien la ideología de la asociación.












Pilar Salamanca.
¡Gracias a La Vorágine y a Pilar! :)

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